Gracias totales!

Y para todos ustedes, hinchas azules, directamente de la página de Millonarios, Mario en su momento de gloria. 20 de diciembre del 87, El Campín, la estrella número 12, y el fin de la hegemonía de la Mecha del médico Ochoa Uribe.

Hoy no estoy posando de aguanterista. Hoy ando con la idea de hacer una semblanza de alguien que supo hacer las cosas como eran, pero que también supo tirárselas. Hoy, jueves 17 de abril de 2008, cuando ya ha sonado todo tipo de cometas para la dirección técnica de Millonarios, quiero darle las gracias a Mario Alberto Vanemerak, aquel jugador que metiera el penal en Medellín que firmó la decimotercera estrella embajadora, y que casi 20 años después de la foto, nos diera la satisfacción más grande de lo que llevamos de siglo XXI: la semifinal de la Copa Suramericana.

En los viejísimos tiempos de este blog, presentamos un artículo especial sobre Lasarte. Quiero traer a colación lo que escribí en ese momento en el que Vanemerak había ganado 3-2 en Medellín, luego de una crisis profunda ocasionada por las derrotas 1-6 contra Quindío y 0-3 contra el Pasto:

Ahora espero el partido contra el Pereira. Dijo Mejía "cómo van a pasar ese partido del último contra el penúltimo!" Pues bien, después del nivel mostrado en Medallo, de pronto no sea flor de un día... para eso lo quiero ver, para saber si lo de Vanemerak fue humo, al mejor estilo argentino; si fue que dieron todo para que no los echaran; o si de verdad se le pararon a Desastre, para parar el desastre que se venía encima.

Bueno, pongámonos otra vez en septiembre: tres puntos, últimos en la tabla, pasamos a la segunda ronda de Suramericana de milagro, una mano de refuerzos paquetes traídos desde Uruguay... el futuro no pintaba nada bien, y algunos osados llegaron a pronosticar descenso. Asumió Vanemerak, y yo pensé en ese momento "lo llamaron a apagar el incendio".

Apagar el incendio resultó ser una racha espectacular, la victoria en Medallo, luego la victoria en Santiago, a la semana la victoria en Morumbí, después la gesta en El Campín contra el América de México, donde me pregunto qué hubiera pasado si Bedoya no se hubiera lesionado (y me acuerdo de esta frase que pronunció ese día Juan Pablo Varsky: "este equipo, comparado al que enfrentó a Bolognesi en este mismo estadio, no es ni parecido. Y todo es obra de su director técnico, Mario Vanemerak")... Decir que el año pasado Vanemerak vendió humo es, cuando menos, iluso.

Llegó enero, y acá mismo critiqué a morir el circo que se armó con los refuerzos. Literalmente, empezaron a botar humo con Marioni o Lazzaro, y resultaron trayendo a Martín García... Aunque bueno, lo de Carreño va bien. Y el torneo empezó jodido pero resultó dejándonos en una posición un poco mejor que las anteriores: a un punto del octavo, y con un calendario asequible en el papel, con Once Caldas, B/manga (de capa caída), Huila (pero en Neiva...), Santa Fe y Envigado como rivales.

Bueno, llegamos a la semana pasada. Después de una gran victoria con el América, seguían dos partidos más fáciles, en teoría: Pasto allá, y Chicó acá. Lo que pasó entre el cotejo con la mecha y el de los pastusos es desconocido: puede que los jugadores se le hayan parado al técnico, que Prince haya sabido plantear el partido, que lo que pasó contra los rojos hubiera sido humo... en fin, el cambio fue radical, y el resultado traído de Pasto (0-2) fue triste. Y Mario, que desde que salió llorando del Atanasio Girardot tras el triunfo con el que empezó, demostró ser pasional... tal vez en exceso. Lo de los camerinos en Pasto fue reprochable... de eso no queda duda alguna. Y dio para ultimátum al llegar al Campín contra el Pimentel Chicó.

Este Chicó es extraño: se armó bien para jugar Libertadores y campeonato, pero luego del gol de Villanueva (no estoy seguro...) en Santiago, entró en crisis, y por poco se va de Tunja para Zipa. Sólo un acuerdo con la Alcaldía de Tunja para reemplazar parte de la plata de la Gobernación de Boyacá hizo que Pimentel no cogiera sus corotos para donde lo recibieran con un cheque en blanco. Eso sí, salió de alguna gente para la MLS, pero conservó a un tal Miguel Caneo, que dizque ganó una Libertadores con Boca... y que hizo la fiesta en el Campín. 0-4, resultado final.

Como siempre con estas directivas de este país, el técnico es el primero que se echa cuando al equipo le va mal. O ni eso, no más ver cómo el Bucaramanga echó a Retat, siendo que los tenía de cuartos o quintos. El caso es, que el lunes confirmaron la salida de Mario, argumentando que no se perdía 0-4 desde el 57, que se mamaron de pagar cuentas de reparaciones, que las sanciones, que les cayó gordo... Y lo botaron, sin más. Y Bonner a la dirección técnica.

Igual, hay que decir las palabras claras: a mí Mario Vanemerak no me parecía buen técnico. Y cuando digo técnico, digo el hombre que hace las alineaciones, cuadra nóminas, plantea partidos y puede alterar el desempeño del equipo en un encuentro mientras éste se desarrolla. Vanemerak fue un excelente motivador, pero no tenía grandes nociones sobre dirección técnica; tácticas y preparación física fue un campo en el que, a mi gusto, no descolló. Al fin y al cabo, la poca experiencia que tuvo como entrenador la tuvo en el Chicó, donde no fue la gran maravilla. Falta de preparación, tal vez...

A Mario, a pesar de lo que acabo de decir, quisiera decirle, si lo tuviera de frente, gracias. Gracias por habérsele medido a la vaca loca que se le venía. Gracias por haber recuperado el respeto de Millonarios a nivel internacional. Gracias por haberse aguantado los improperios, las malas contrataciones, las sanciones, los madrazos y a la prensa capitalina. Gracias por haber demostrado lo que es verdadero amor al equipo, no como estos gamines que atacaron a un hincha del América por cometer el crimen de portar la camiseta de su club. Gracias totales, Mario; y que algún día, cuando ya tenga más preparación como técnico, pueda venir a cumplir su sueño de dar la vuelta olímpica otra vez.

Un aplauso!

Ahora, unos anuncios parroquiales (?):

- Yo le hubiera dado la dirección técnica a Cerveleón; bien apagaincendios sí es...

- Chicanas Móviles es un proyecto que llevo con Bangalter, en el que nos dedicamos a explorar la nutrida historia del automovilismo mundial para encontrar a los baldoseros detrás de un motor. Es bueno, en serio!

- Eso, ya ni siquiera comentan, ni escriben en la cajita ni nada... desagradecidos (excepto Agustina, que no sabía que fuera lectora de este humilde sitio. Ya son 12 mis lectores! (?))

2 Comments:

Anónimo said...

ya somos 13 los lectores ;)... un grande Vanemerak sin duda, y yo tambien le agradezco todo lo que aguanto por querer ver a millos una vez mas entre los grandes... ahora que yahve, gehova, ala, buddha, ahura mazda, batman y el chapulin colorado nos agarren confesados, porque millos va de culo pal estanco...

Bangalter said...

13? Lo dice por la coincidencia de estrellas? porque me siento omitido(?)