Jugamos como siempre y ganamos como nunca

Esa es la descripción de lo que pasó realmente. Un partido donde la Selección Colombia siguió jugando de forma mediocre, atropellada y conformista. A tal punto que un Perú lamentable, pésimo es poco para el equipo del Chemo del Solar, terminó apretando y haciendo que nuestros "gladiadores" pidieran tiempo, y que los 30 mil presentes en el Atanasio Girardot, más los suicidas que vimos el partido por televisión y lo oímos por radio, apretáramos asterisco durante los 25 minutos finales del encuentro.

Puje, Vladimir, puje más duro, mijo, sienta lo que uno siente cuando los ve a ustedes!


Para empezar, Perú era tan limitado que hacía parecer que Colombia jugaba muy bien. Como Argentina de Maradona, Perú del Chemo no hizo casi nada durante los primeros minutos para siquiera empatar el partido. Equipo pasivo, frenado y muy discreto. Colombia, mientras tanto, atacaba y atacaba y atacaba, y en una de esas metió un gol. Sí, repito: Colombia metió UN GOL!!!!! Saquen el carro de bomberos! A mí deme un aguardiente, un aguardiente de caña... (?)

Bueno, el caso es que eso hizo saltar a los paisas de Medallo, que coreaban pa'lado y lado con cosas como banderas de Ecuador de manos de la Rexixtenxia (en serio: la bandera ecuatoriana tiene las tres franjas iguales, y más de la mitad de las banderas "colombianas" en Nor77e (?) tenían ese esquema). Pero Colombia seguía en la misma. Comiéndose goles. Si Falcao metió uno, entre él, Wason, después Rodallega, Aguilar, Macnelly y Pino, se comieron como 15.

Y eso pesó después. Vargas escurrió el bulto en algún momento entre los 10 y 20 minutos del segundo tiempo, argumentando que estaba lesionado. Y entró Aguilar. Éste, como se vio arriba, se comió varias opciones de gol... pero da para preguntar: qué carajos hacía Abel Aguilar, que supuestamente es volante de marca, atacando y comiéndose goles? Misterios de la creación. El caso es que Perú aprovechó los huecos que dejó Aguilar, y la falta de regreso de Zúñiga. Y por ahí llegó a asustar.

Por eso digo que jugamos como siempre: ilusionando en algún momento, pero luego cae la churreteada, y terminamos perdiendo nivel, si no los partidos. Pero ganamos como nunca, y esos 17 puntos nos mantienen vivos (!), si bien sin opción de clasificar directamente.

El 5 de septiembre, fecha para recordar en este país, juega la selección contra Ecuador, en Medellín o Bogotá. Si pierde, está eliminada. Con este nivel, va a perder. Y con el nivel que mostró en el Monumental, también va a perder. El problema no es jugar en Barranquilla, Medellín, Bogotá, Sogamoso o Mompox, el problema es que nuestros putos delanteros no meten sino una cada 50 opciones. Así no se puede entrar a ningún lado.