La inferioridad mental de Millonarios.

El Trofeo Bernabeu da un nuevo paso atrás en un deslucido partido ante un rival muy inferior.

Goal.es subtituló así su crónica del Madrid 8 - 0 Millonarios que terminó hace pocas horas en el Santiago Bernabeu. Tal cual. El Real Madrid de José Mourinho nunca tuvo mayor problema para vencer a un cuadro azul que estaba muy, muy, muy por debajo de las expectativas, de su historial, de la importancia del partido. Fue un equipo al que se lo tragó la cancha, al que simplemente no le dio para jugar ante el segundo mejor equipo del mundo, el campeón de la Liga 2011-12, el equipo que se da el lujo de banquear a Kaká para que meta tripleta en un torneo amistoso.

Pero el tema no es ese. En el entretiempo yo preguntaba si de verdad la gente que se burlaba por los cinco que había recibido creía que sus equipos eran capaces de hacerle partido al Real Madrid. Otros tres goles después, yo creo que ningún equipo del fútbol colombiano sería capaz de pararse ante este Madrid en ese estadio. Y no solo por la evidente diferencia de nivel entre los jugadores (al fin y al cabo, algo va de Kaká a Tancredi), sino por una diferencia mucho más sutil pero que puede llegar a ser aún más importante que la de calidad futbolística: la mental.

Los jugadores de Millonarios salieron a nada. Perdían las pelotas (en todos sentidos) cuando se enfrentaban a los de blanco. Llámese Kaká o Callejón. Y lo peor es que Torres fue capaz de plantear el partido como si no tuviera al frente al Real Madrid, sino al Real Cartagena. Un solo volante de marca en un 4-5-1 para marcar a un equipo cuyo objetivo es quitarle la pelota al Barcelona. Hernán Torres se obnubiló, y los 11 de azul se obnubilaron también. No fueron capaces de afrontar el peso del partido.

Algo que no es exclusivo de Millonarios, sino más bien, la regla en el FPC. Había que ver cómo los jugadores de Millos, América y Huila se botaban a pedir la camiseta de Falcao cuando vino de gira el Atlético de Madrid, en mayo. La Roca Martínez (que hoy hizo todo lo que le amerita su apodo: fue de piedra) sólo salió detrás de Kaká para pedirle la camiseta en el medio tiempo. Es saberse inferiores y pretender agarrar una pizca de la gloria cuando aparece, no ir a ganarla por ellos mismos. Como dice el dicho de mi tierra, "ven a Dios y se asustan".

Porque puede que nivel haya. Veamos a Falcao, que es fenomenal, y nacido acá mismo pero desarrollado en Argentina, en River, donde la gloria había que ganarla con goles y no con atisbos. Veamos la historia de Willington, o la del Pibe. Tipos que tuvieron hambre de gloria y que la consiguieron, y que combinaron sus cualidades con esa garra. Veamos a Uruguay, que en el 2010 no era ni mucho menos equipo para ser semifinalista pero a punta de coraje (así sea el de Suárez para meter la mano y convertir un gol fijo en penal, en el partido contra Ghana) lo consiguió. El mismo Di Stéfano, que era el homenajeado hoy, decía en una entrevista que en sus tiempos de jugador, pedía a los compañeros hacer cinco goles: tres por ellos mismos y dos por los hinchas.

Tal vez Millonarios no vuelva nunca a jugar contra el Real Madrid. Pero si se da de nuevo, ojalá sea con esa valentía ya puesta. Y ojalá el nivel del fútbol colombiano dé para reemplazar las falencias técnicas con garra, que tanto nos falta. No estoy de mal genio porque se haya perdido 8-0 con el Madrid: lo estoy porque el equipo nunca tuvo la intención de conseguir un golcito, el de la honra. Que es el gol de la honra porque demuestra que el equipo tuvo el honor de ir a buscar el partido a pesar de todo. La honra no era poner 11 tipos contra el Madrid en el Bernabeu, sino jugarles el partido, y eso Millonarios no lo hizo.

1 Comment:

Anónimo said...

A mi no jodas con tu millonarios campeón Ñero de Mierda!